Algo que no os va ha servir para nada.

viernes, 11 de enero de 2013

Caleidoscardio.


Ritmos y colores se mezclan. La percepción se vuelve difusa y cometemos los mismos errores de cuando éramos niños. La cosa se complica y empecemos a atrincherarnos en tontuneces y menos digas de un chiquillo o chiquilla que pelea contra su homónimo némesis pataleando y mocando sin parar, sin ni siquiera darse cuenta que deben jugar o al menos intentarlo. Se desprioriza hasta un punto conflictivo teniendo que resetear, revalorizar y readaptarse. La situación suele desenbocar en llamadas al hermano mayor y partidas de piernas varias.