Dícese de cuando se la están pelando a tu espalda. Lo curioso de la situación es que ves la sombra del movimiento y sabes que le pone que lo sepas. De vez en cuando sin pudor se acerca jadeando en tu nuca, hablando hacia adentro y del revés obscenidades en tu oreja tales como “nadoj es euq”. Se corre en tu espalda y te dice “ya te llamare”.
Lo de pagar el taxi ahora queda feo.