Algo que no os va ha servir para nada.

domingo, 20 de enero de 2013

Olvíblion.


Curiosa chispa como que arde. Como que quema. Como que “quemasda” ni que más venga, ni eso es música, ni por qué mas vengan eso suena.
Solo es un factor. Un catalizador de reacciones y que vengan. Que cierran y callan. Que cierran y pintan, que muere de pie dejándote en el punto donde la lógica manda.
Moldeado por barro, agua de pozo y fuego, donde hoy vuelve agrietado al horno que cierra, calla y pinta.

Tras un sonido sordo.


Supongo que será entre un sonido OhPaco y un crujido metálico. La duración del susodicho variara y se prolongara en función a su tono. Los tonos de origen oxidaceo tienden a ser perfectos en prolongadas secuencias de elevada intensidad. Los sonidos graves de naturalidad tubácea son bien recibidos con efectos de eco de cueva maldita. La mezcla de los dos se producirá tras la incorporación de la voz de un señor mayor checo que cubrirá los vacios. Adoraremos al volcán de forma adecuada.

Cuando no queda café.


Observas desde fuera hacia ti y ves la pelota. Ves como rueda, quien golpea y como se juega a ese maravilloso juego en el que no sabias ni quien era espectador. Valoras y te ríes pues llorar suele ser una perdida innecesaria de fluidos en estos casos. La forma romboidal de la pelota resalta en contrapasión a lo que tenias grabado en tu cerebro y asimilas la situación bajo la etiqueta de NBQ.
En cierta parte es divertido no saber que juegas, en otra no sabes si ganas.

viernes, 11 de enero de 2013

Abrocharse el cinturón


Dícese de cuando se la están pelando a tu espalda. Lo curioso de la situación es que ves la sombra del movimiento y sabes que le pone que lo sepas. De vez en cuando sin pudor se acerca jadeando en tu nuca, hablando hacia adentro y del revés obscenidades en tu oreja tales como “nadoj es euq”. Se corre en tu espalda y te dice “ya te llamare”.

Lo de pagar el taxi ahora queda feo.

En una esquina.


Pongo tu nombre y orino encima, salgo de la norma.
Me siento me apoyo y miro todo lo que hay al lado, cerca vamos, casi en la esquina. Tiendo mi mano predictora palma de lluvia que saluda los charcos, chaparrones y tejas rotas, de lluvia claro, por lluvia claro. Me voy para que me olvides y no me olvidas porque estoy en la esquina y claro, estoy en la esquina.

Salgo de la norma, me orino encima.

Altas horas de la noche

Cuando pasadas las doce pones el reloj un estante más arriba. No sueles llegar tumbado y tampoco es bueno para tu espalda intentar llegar.

Caleidoscardio.


Ritmos y colores se mezclan. La percepción se vuelve difusa y cometemos los mismos errores de cuando éramos niños. La cosa se complica y empecemos a atrincherarnos en tontuneces y menos digas de un chiquillo o chiquilla que pelea contra su homónimo némesis pataleando y mocando sin parar, sin ni siquiera darse cuenta que deben jugar o al menos intentarlo. Se desprioriza hasta un punto conflictivo teniendo que resetear, revalorizar y readaptarse. La situación suele desenbocar en llamadas al hermano mayor y partidas de piernas varias. 

Pobre de yo.


Desautocrítico pequeño egoísta de voz ronca y apagada que despierta entre espontáneos e improvisados gritos, desesperados por un trago de agua que colme su sed y calme su vaso, pero no tiene sed ya que solamente no tiene.

Desautocrítico gran egocéntrico de mínimos sin máximos de pobre de mí pero de mí no falta, de pobre de ti y que pena que falte y de pobre de ti y punto.

Desautocrítico narcisista y pedante, temeroso de insignificantes peligros mortales que acechan siseando al despiste. Durmiendo a guiños, despierto a golpes y pobre de mí que pobre de yo continua gritando.

A prisa y a prosa.



A prisa nada, ni el agua, a prisa ninguna. A prosa poca, poca que valga la pena y pena que valga la pena como pena que valga. Como que valga ¡vamos! Pero poco vale o poco se deja valer y quien tiene no sabe lo que vale. Si vale ya esta y si ya está ya vale. Todo según por donde se mire, eso si mira bien o que bien que mires, porque ya era hora. Pues ya se sabe que con caos y con causa a prisa y a prosa.

En una habitación.


Me da la impresión de estar perdiéndome algo, de que soy tontico o solo un poco atascado. La lógica aplasta y ponerte desodorante sin bañarte es cagar hacia dentro. Cuando llevas más de 30 años sin ducharte empieza a molestar. Pero la cosa no acaba hay.

El olor a gato podrido se apodera de la habitación cimentandose en tu ropa un bonito y diferente olor a muerte de lo que antes dudosamente fue gato. Empieza el caos
A alguien se le ocurre la genial idea de limpiar la habitación moviendo los brazos a modo de ventilador, diciendo “soy especial”, seguido de otro bastardo que dice “soy más especial”. Reciben aplausos condecoraciones y un pin del Betis.

La discusión si el olor es de gato o es de gato comienza y muchos recurren al típico “es que mi madre no me deja” o “si, pero el tuyo no vuela” para autodefinirse, llegando a la conclusión de que si, el olor era de gato. Solo discuten.

Se puede ver como algunos se ponen pañuelos untados de mierda con el pretexto de “con esto no olerás a gato podrido” seguido de un “echemos a los pelirrojos”

Seguimos rompiendo la puerta.

miércoles, 2 de enero de 2013

En casa

Bienvenido a la republica independiente de tu nucleo accumbens , preguntale a tu lobulo occipital a ver que le parece.

Me lo contó mi prima


"Me echó las manos a la cabeza"

- Dijo un hombre al que le tiraron encima dos brazos amputados

Logicamente

El amor se define por las relaciones de reciprocidad y dependencia entre dos personas: Lazos de afecto principalmente egoístas, en un sentido direccional, que creemos que nos permite una mejor adaptación al medio. El amor romántico solo es un conjunto de constructos sobre la relación y características de los lazos afectivos, interiorizados y reglas socialmente aceptadas de forma diferente en cada persona. El amor no existe, la retroalimentación personal sí.

Con orgullo


Me encanta tontunar con lo absurdo, inventar palabras riconudas y fantasear con orcos y orcas; quedarme encandilado con la historia de un pueblo fantasma, un ataque zombi o simplemente ver girar a un erizo azul, usar la posición de pensar para elegir la cerveza, reírme hasta el desorine de caídas de graciosos gatitos y teletranspuertarme. Los rumores de mi robot exterminador de humanos son probablemente falsos.

Como Mario