Algo que no os va ha servir para nada.

viernes, 11 de enero de 2013

En una habitación.


Me da la impresión de estar perdiéndome algo, de que soy tontico o solo un poco atascado. La lógica aplasta y ponerte desodorante sin bañarte es cagar hacia dentro. Cuando llevas más de 30 años sin ducharte empieza a molestar. Pero la cosa no acaba hay.

El olor a gato podrido se apodera de la habitación cimentandose en tu ropa un bonito y diferente olor a muerte de lo que antes dudosamente fue gato. Empieza el caos
A alguien se le ocurre la genial idea de limpiar la habitación moviendo los brazos a modo de ventilador, diciendo “soy especial”, seguido de otro bastardo que dice “soy más especial”. Reciben aplausos condecoraciones y un pin del Betis.

La discusión si el olor es de gato o es de gato comienza y muchos recurren al típico “es que mi madre no me deja” o “si, pero el tuyo no vuela” para autodefinirse, llegando a la conclusión de que si, el olor era de gato. Solo discuten.

Se puede ver como algunos se ponen pañuelos untados de mierda con el pretexto de “con esto no olerás a gato podrido” seguido de un “echemos a los pelirrojos”

Seguimos rompiendo la puerta.